miércoles, 12 de julio de 2006

Azul


Mi color preferido es el azul. Siempre voy vestido de azul. Es mi periodo azul. El magret de pato, que es mi plato favorito, no es azul a no ser que se pudra. Azules son las arterias. El color opuesto es el amarillo y no me gusta nada. Un coche amarillo, ¡oh! En Gran Bretaña cuando ven una "blue movie" es una peli porno. Cuando nos referimos a alguien de "sangre azul" es porque antiguamente los aristócratas no salían al campo a trabajar y estaban realmente pálidos. Sus venas azules se transparentaban. Mi sangre es rojiza. Hay veces que pienso en azul. En Tokyoplastic.com casi no lo utilizan, pero son genios. Salinger escribió un cuento sobre el periodo azul de un pintor que decía conocer a Picasso. Estoy escuchando blues, que es tan melancólico como las ballenas. Azules son los neones que manchan la noche negra. Ayer estuve en Green tomando unas copas de Bombay Saphire, mientras el discjockey me destrozaba los oídos. Un amigo alemán me ha dicho que "estar azul" es estar borracho, pero no ha visto Blue Velvet y hay que ver todo de Lynch. La foto se titula "Fotógrafo con camisa azul y Annie".

Palabras que odio (por asociación mental): alicatar, servicio (referido al cuarto de baño), mongólico, trenca, inodoro (ésta más bien duele), aseo, sobaco, tendedero, cuidadín, chaval, rico (de "sumamente adorable"), chanclas, chancletas, chanclitinas, chanclos, chancletos, ajo, ronquido, cari (de expresión afectiva), arroz caldoso, tentempié, mimosa y mimo (el hombre de cara blanca y movimiento pausado o nulo).
Palabras que odio (por ser repugnantes en sí mismas): germen (de bacteria y no de "raiz de un problema"), bacanal, muchachos, muchachotes, mozo, sudoración, sofoco, mozalbete, sarcoma, herpes, callo (no el de comer ni el malayo), tetina (la del biberón), almorrana (eso no se tiene), esfínter, micosis, enriquecer, ósculo, pelotilla (de poqueña pelota), caries, marxista, bragueta y flatulencia.
Palabras que me gustan: pus, heces, tifus, puta, podredumbre, maníaco, escroto, pot-au-feu, vivió, vómito y náusea.

"Ah, Dios, si se me puede aplicar un nombre clínico, soy una especie de paranoico al revés. Sospecho que la gente conspira para hacerme feliz"
(Frase que pronuncia Seymour cuando deja a su novia plantada frente al altar en "Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción", de J. D. Salinger)

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

en esa foto si llevas esa pulsera tan especial ;)

9:17 p. m.  

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